Tofu griego {Ventanas verdes}

Lo que más me gusta de las Ventanas verdes es el momento en el que quedamos a desayunar o al te de la tarde, incluso al la infusión de la noche. No hay hora fija, solo conectamos, hablamos de chocolate, bebidas carbonatadas, tabaco, en fin cosas como podéis comprobar muy saludables, pero todos tenemos debilidades. Quizás algún día mi madurez o mi conexión con mi parte más espiritual, sea tan grande y equilibrada que pueda prescindir de darme un “atracón” a horas indebidas o comerme un super cuenco de palomitas viendo “Los Goonies”.

Este reto ha sido motivo de muchas reuniones cibernéticas, tantas que creo que hemos cubierto el cupo del chat en G+ Ha habido muchos intentos y de muchas maneras, y al final cada una la lo hemos hecho de un modo diferente, os recomiendo que paséis a ver a mis compañeras de viaje Ajonjolí, Gloria, Heva, Kako, Lucía y Luisa. Si habéis leído bien hemos crecido somos uno más, nuestra amiga Ajonjolí se ha unido a nuestros retos y enriquecerá mucho más nuestros encuentros.

La primera vez que intenté hacer tofu en casa, salió algo parecido a la mayonesa. Creo que el limón no era el apropiado, no cuajó bien. Cuando lo intenté la segunda vez, era de noche, y dando de cenar a los niños al mismo tiempo, la verdad es que no tenía muchas expectativas, en que fuera a salir bien, sin embargo cuajó, y quedó casi perfecto. Y yo sin hacer fotos del paso a paso, espero poderlo contar bien para que lo entendáis.

Digo casi perfecto, por que quedó un poco ácido, en un principio me disgustó, porque esperaba otro sabor, pero que al final me entusiasmó. Pienso repetirlo cuando quiera quitarme el antojo de queso de untar. El único truco en no enjuagar demasiado el cuajo.

¿Es rentable  hacer tofu en casa?

Desde mi punto de vista no. Sin embargo, por lo que hemos podido hablar estos días, los precios de la leche de soja no son iguales en todos los sitios. Si yo sumo el precio de la leche, más el limón ecológico, me sale al mismo precio que el que compro, y sinceramente no lo como todas las semana.

¿Queda igual que el comprado?

En mi  opinión no, pero seguro que otras ventanas piensan lo contrario. 

Me imagino que será cuestión de práctica, nigari o de hacerlo  desde la propia legumbre, no lo se. Sin embargo si lo que quieres es quitarte el antojo de sustituir un lácteo para otra preparación es un modo perfecto. La leche tarda más en pasarse de fecha y limones solemos tener en casa, es una preparación muy socorrida. 

¿Es sano el consumo de soja?

Cuando no tomas proteína animal hay que tomarla vegetal y esta es una de las opciones.

Respecto a la complejidad del consumo de soja os dejo un enlace. 

Por otro lado hay mucha soja transgénica, tema controvertido donde los haya, y  si el consumo sostenible es otro tema delicado, en fin es un alimento saludable depende como, lleno de controversia.

¿Se puede congelar? A mi me dijeron que no, pero tengo que probar porque el otro día leí aquí que si.

En fin os dejo con mi receta.

Costrinis con tofu griego

Para el tofu

1 litro de leche

Zumo de un limón

25 gr de aceitunas negras

1 pizca de orégano

1 chorrito de AOVE

1 pizca de sal

Costrinis

Unas rebanadas de buen pan

Aceite cremoso de ajo

Rúcula

Nueces

En un cazo ponemos la leche a calentar, sin dejar de remover con unas varillas porque se agarra fácilmente. Cuando llegue a unos 70 ºC, retiramos del fuego e incorporamos el zumo de limón, removemos y dejamos reposar unos 10 minutos.

Mientras preparamos un colador grande y la tela para colarlo. En el vaso de la batidora, mezclamos las aceitunas dehuesadas, el orégano, la sal y el aceite de oliva. Triturarmos hasta conseguir una crema ligera, más suelta que una tapenade ya que tenemos que mezclarlo con el tofu sin que se destrocen los cuajos.

Transcurrido el tiempo lo colamos sobre la tela, y cuando haya escurrido el exceso de suero, lo enjuagamos bajo el grifo con cuidado, para quitarle la acidez del limón, dejamos que se filtre de nuevo el exceso y mezclamos nuestra “tapenade” con cuidado. Atamos con cuidado el fardo, y lo dejamos toda la noche escurriendo con un peso encima (puede ser un cuenco con agua) para que suelte todo el líquido sobrante y se compacte.

Yo lo puse en una fiambrera vieja que agujereé a modo de colador. Por eso tiene esa forma.

Para los costrini:

Tostamos las rebanadas de pan, untamos un poco de aceite cremoso de ajo, desmenuzamos un poco de tofu encima de los costrinis con ayuda de un tenedor,  añadimos rúcula y nueces.

* Podéis aprovechar el suero inicial, como buttermilk vegetal, como nos dice Heva aquí.